-La inflación de diciembre fue 5,1%, un rebote suave tras el 4,9% de noviembre.
-La misma representa un 82% anualizado, acumulando en el año 94.8% y logrando el nivel máximo en 32 años.
-Así dadas las tasas de interés nominales, hubo tasas reales positivas por segundo mes consecutivo provocando caída real del crédito y fuerte alza real en Plazos fijos privados. Se mantiene la merma del consumo privado que sumado a la caída real del gasto primario provocan la caída del PBI del IV trimestre.
-Desarmando la inflación: los diferentes componentes mostraron que:
o La Núcleo fue 5,3%, mayor al IPC por primera vez en 6° meses.
o Los Regulados subieron igual que el IPC, implica que el gobierno busca no usar de ancla “antiinflacionaria” las tarifas.
o En esa dirección debiera esperarse fuerte ajuste en electricidad y gas (reducción de los subsidios fiscales) en el primer trimestre del 2023.
o Los Estacionales subieron 4,6% “algo más” que el 4,1% de noviembre.
-En ese sentido, 7 de los 12 sectores subieron sus precios por encima de lo que los elevaron en noviembre.
-Hubo adelanto cambiario por segundo mes consecutivo (mejora de la competitividad); ya que el BCRA devaluó 6,4% promedio y 5,9% entre puntas superado 5,1% del IPC.
-Las perspectivas para el 2023 según el REM, indican que la desaceleración inflacionaria no será sostenible. El mercado espera un nivel del 98,4% para el año en curso, muy lejos de la postura del Gobierno del 60%.
-Con altos niveles de inflación y expectativas de que la misma se mantenga en estos niveles, consideramos que el BCRA seguirá esperando para un eventual recorte de tasas.